¿Cómo se trata el síndrome de dolor patelofemoral?



El síndrome patelofemoral es más comúnmente como resultado del seguimiento inadecuado de la rótula en el surco femoral. Dependiendo de si este seguimiento inadecuado ha causado condromalacia rotuliana o síndrome de estrés rótulo-femoral, el tratamiento puede variar con diferentes profesionales de la salud. La evaluación de lo que está causando el seguimiento inadecuado es un primer paso hacia el tratamiento adecuado y el ejercicio correctivo. Tratamientos en la forma de diferentes modalidades son a veces transitorias cuando se trata de alivio a largo plazo de este tipo de dolor. Identificación de los segmentos de cadena cinética para corregir la rótula

debe ser parte de cualquier plan de tratamiento.



El tratamiento tiene como objetivo aliviar el dolor, mantener la rótula en la posición correcta con el fémur y evitar más problemas. Actividades que aumentan el dolor de rodilla puede necesitar ser evitado. Puede aplicarse hielo en la rodilla para ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón. Usted también podría tener cualquiera de los siguientes:



  •  Los dispositivos de ayuda: Su rodilla puede ser grabado en una determinada posición para disminuir el roce y la presión sobre la articulación patelofemoral. Un apoyo de rodilla o manguito también puede ser utilizado. Su profesional médico puede querer que usted use muletas si poner peso sobre la pierna causa dolor. El uso de calzado adecuado o soporte para el arco también puede ser necesaria si un problema en el pie que está causando sus SDPF.


  •  Medicamentos: Su médico podría recetarle ciertos medicamentos para disminuir el dolor y la hinchazón. Medicamentos que ayudan a aumentar el grosor de los huesos y músculos de construir apoyo también se puede dar.


  •  Rehabilitación: Este es un programa que ayuda a que su rodilla sane más rápido. Usted puede hacer ejercicios para estirar y fortalecer su cadera, muslo y músculos de la pantorrilla. Estos pueden incluir actividades de bajo impacto, como andar en bicicleta, nadar y caminar. Los ejercicios que soportan peso y incrementar el rango de movimiento también se puede hacer que el dolor disminuye.


  •  Cirugía: La cirugía para corregir un problema que está causando los SDPF puede ser hecho. Su profesional médico le puede suavizar la parte posterior de la rótula para disminuir la fricción. Un ligamento de la rodilla se puede cortar para permitir que la rodilla vuelva a su posición normal.




Con el tratamiento, la rehabilitación y la medicina, usted puede ser capaz de recuperarse por completo y continuar con sus actividades diarias normales.



El tratamiento quirúrgico para el síndrome de dolor patelofemoral es raramente recomendada. Si usted está experimentando dolor en la rodilla, descansar su rodilla, aplique compresas de hielo y mantener la rodilla elevada. Tome acetaminofeno o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para ayudar a aliviar el dolor. Un plan de rehabilitación será importante para recuperar la fuerza y ??rango de movimiento. Sustituya actividades de bajo impacto, como nadar, andar en bicicleta, y el uso de entrenadores elípticos para las actividades de alto impacto. Después de la actividad, el hielo de la rodilla durante 10 a 20 minutos. Ejercicios para fortalecer los músculos cuádriceps, añadiendo pequeñas pesas de tobillo después de dos semanas. Estirar para aumentar la flexibilidad de los isquiotibiales, pantorrillas y músculos de la cadera. Su terapeuta físico puede identificar las áreas que necesitan más atención. Soportes para el arco o mejor uso de zapatos atléticos pueden ser útiles también.

 Puede tomar seis semanas o más para que note una mejoría. Después de que se sienta mejor, usted puede ser capaz de volver poco a poco a las actividades de mayor impacto. Usted debe continuar haciendo los ejercicios que aprendió durante la rehabilitación, incluso después de que su condición mejora.



El tratamiento no quirúrgico incluye reposo, antiinflamatorios, fisioterapia, ultrasonido y la inyección de corticosteroides. Procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, tales como la eliminación artroscópica de la bursa puede permitir a su médico para inspeccionar las estructuras del hombro, remover astillas de hueso y las lágrimas de reparación.

Su médico le examinará el hombro para evaluar la amplitud de movimiento, la estabilidad y la fuerza. Aunque los tejidos blandos no se pueden ver en los rayos X, los rayos X pueden ayudar a eliminar otras posibles causas de su dolor, tales como espolones óseos y artritis. La resonancia magnética puede revelar la acumulación de líquido en la bursa y evaluar las estructuras adyacentes. Los estudios de ultrasonido también son útiles en la identificación de la bursitis.





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