Cefalosporinas de trabajo de una manera similar a las penicilinas. Todas las células contienen paredes celulares bacterianas, la diferencia principal es que las bacterias Gram positivas tienen mucho más gruesa pared celular de bacterias gram-negativas. Paredes de las células se forman en tres etapas. En primer lugar, los precursores de la pared celular se forman. En segundo lugar, los precursores se combinan para formar un polímero largo. En tercer lugar, una reacción llamada reacción de transpeptidación entrecruzamiento de los polímeros para formar una pared. Es durante este tercer paso que las cefalosporinas interferir, limitar severamente la capacidad de las bacterias para formar y mantener sus paredes celulares. La bacteria no puede sobrevivir sin sus paredes celulares, y se destruyen. Las células humanas no se ven afectadas, porque carecen de paredes celulares, en lugar rodeado por una membrana bicapa lipídica delgada.
Usos terapéuticos
Las cefalosporinas son, por convención, clasificados en cuatro generaciones. Las cefalosporinas de primera generación son ampliamente utilizados para la piel y tejidos blandos de Staph. aureus y Strep. pyogenes. A menudo, una sola dosis de la cefazolina cefalosporina de primera generación se da antes de la cirugía para proteger contra la infección de las bacterias que residen en la piel. De acuerdo con "Goodman y Gilman Farmacología", las cefalosporinas de segunda generación son raramente utilizados en la actualidad debido a la mayor eficacia de las cefalosporinas de tercera generación o penicilinas. Las cefalosporinas de tercera generación se utilizan para tales infecciones variadas como la gonorrea, la meningitis y la neumonía. Las cefalosporinas de cuarta generación son generalmente reservados para las infecciones hospitalarias causadas por bacterias resistentes a antibióticos.
Las reacciones adversas
Los efectos secundarios más comunes causados por las cefalosporinas son reacciones de hipersensibilidad, de acuerdo con "El diagnóstico actual y tratamiento médico." Estos se caracterizan por la comezón, erupciones, anafilaxia y broncoespasmo. Cabe señalar que debido a las estructuras similares de las penicilinas y cefalosporinas, un paciente con una alergia a la penicilina pueden estar en riesgo de desarrollar una alergia cefalosporina también. Las dosis altas de cefalosporinas puede causar depresión de la médula ósea, toxicidad renal o una ruptura de los glóbulos rojos se conoce como hemólisis. Afortunadamente, las reacciones adversas graves son raras. Mucho más comunes son reacciones simples, tales como molestias gastrointestinales o diarrea.