Antibióticos para la tuberculosis



Isoniazida

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, la isoniazida es la primera línea de antibióticos utilizados para tratar la tuberculosis. La isoniazida se prescribe para los pacientes con una infección de tuberculosis latente o no activos. La isoniazida tiene actividad bactericida profunda especialmente en las etapas tempranas de la infección, rápidamente matando e inhibir el crecimiento bacteriano. La isoniazida es prescrito por un período de nueve meses y una vez al día o dos veces por semana. Los efectos secundarios comúnmente asociados con isoniazida incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. En los casos graves, los efectos secundarios pueden incluir toxicidad hepática, hepatitis y neuropatía periférica.

Rifampicina

La rifampicina es la medicación utilizada para el tratamiento de la tuberculosis activa. La rifampicina es prescrito por un período de seis a nueve meses y se utiliza en combinación con otros medicamentos para la tuberculosis como la isoniazida, pirazinamida y etambutol, toma nota de la Ciudad de Nueva York Departamento de Salud e Higiene Mental. Además, se señaló que, sin rifampicina, la mayoría de los medicamentos antituberculosos se requieren por lo menos 18 meses de tratamiento, que muestra el papel fundamental de la rifampicina en el tratamiento de la tuberculosis activa. Los efectos secundarios comúnmente asociados con rifampicina incluye náuseas, diarrea, dolores de cabeza, fiebre y en casos graves, toxicidad hepática y reacciones alérgicas.

Etambutol hidrocloruro

De acuerdo con Drugs.com, etambutol hidrocloruro es un medicamento oral de quimioterapia que se dirige específicamente y destruye en crecimiento activo pertenecientes a organismos bacterianos del género Mycobacterium, incluido el Mycobacterium tuberculosis. El etambutol se prescribe para los pacientes con tuberculosis activa por un período de seis a nueve meses. Este medicamento se emplea en una combinación de medicamentos antituberculosos como la isoniazida, rifampicina y pirazinamida. Los efectos secundarios tales como hormigueo o entumecimiento de los vómitos y las náuseas se asocian comúnmente con etambutol, sin embargo, en casos severos, etambutol causa una inflamación del nervio óptico que conduce a la visión borrosa y ceguera.