La incontinencia urinaria después del tratamiento del cáncer de próstata es menos común que la disfunción eréctil (ED). El diario de la National Cancer Institute estudio encontró que dos años después de la prostatectomía radical, el 28% de los hombres estaban usando almohadillas para absorber pérdidas. Los hombres que se someten a radioterapia externa irá mejor. Dos años después del tratamiento, sólo un 3 - 5% de ellos reportaron fugas. Y un estudio de seguimiento comparó la prostatectomía radical a la radiación de haz externo encontró que después de cinco años, el 14% y el 16% de los hombres que tuvieron prostatectomía radical era incontinente, en comparación con sólo el 4% de los hombres que tenían la radiación de haz externo.
Dependiendo de la experiencia del cirujano, el 40% de los pacientes sufren de incontinencia urinaria después de la cirugía, una pérdida devastadora de control urinario.
La causa subyacente de la incontinencia post-prostatectomía es la debilidad en el esfínter urinario, un anillo de músculos que controlan el flujo de orina desde la vejiga. Aunque la causa exacta de esta deficiencia del esfínter no se conoce, sí sabemos que la experiencia del cirujano que realiza la prostatectomía radical tiene un impacto tremendo. Mayor volumen de los cirujanos tienen mejores resultados con un menor riesgo de incontinencia.
Debido a que los daños más comunes y preocupantes de la cirugía tiene que ver con dos funciones corporales básicas, la capacidad de controlar su vejiga y para tener relaciones sexuales, hay una buena posibilidad de sufrir por lo menos algún tipo de disfunción eréctil (impotencia) o incontinencia urinaria como consecuencia de la cirugía.
Entre el 20 y 63 de cada 100 hombres requerirá almohadillas o presillas después de la cirugía para controlar la orina gotea. Para la mayoría es leve, que no requiere más de una almohadilla protectora por día. Para algunos no es "incontinencia de esfuerzo," la incapacidad de controlar la orina bajo estrés (por ejemplo, el esfuerzo físico, reír, estornudar, etc), lo que puede ocurrir en aproximadamente 10 de cada 100 casos. Incontinencia severa, que requiere continuo uso de almohadillas de protección, es poco frecuente, que ocurre en aproximadamente 1 a 7 de cada 100 casos. Algunos hombres (tal vez el 5 de cada 100) eventualmente requerir cirugía para corregir sus problemas urinarios.
Cirugía conservadora de nervios puede reducir la probabilidad de incontinencia leve en hombres más jóvenes y aproximadamente 10 de cada 100. Las estenosis uretrales, que requieren por lo menos un procedimiento para dilatar la uretra, pueden desarrollar debido a la formación de tejido cicatricial en aproximadamente 10 a 20 de cada 100 casos.
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