¿Cómo se trata la actividad física y el riesgo de cáncer de mama relacionado?



Los estudios han demostrado que la actividad física regular, en particular actividad física vigorosa regular, se demuestra que es protectora de desarrollar cáncer de mama. Los estudios varían en gran medida de cómo protectora actividad física regular es contra el desarrollo de cáncer de mama que indica una cierta protección suave y mostrando cierta protección sustancial. Las investigaciones demuestran que el ejercicio regular proporciona protección para las mujeres menopáusicas pubertad, menopausia, y el poste. Los estudios muestran que cuanto más intenso o más en volumen de la actividad es mayor será la protección contra el cáncer de mama.

Hay varios mecanismos propuestos para explicar por qué la actividad física regular ayuda a proteger contra el cáncer de mama actividad regular puede prevenir el desarrollo de tumores mediante la reducción de los niveles de hormonas, particularmente en mujeres premenopáusicas; reducción de los niveles de insulina y la insulina como factor de crecimiento I (IGF-1), la mejora la respuesta inmune, y ayudar a mantener su peso, para evitar una elevada masa corporal y la grasa corporal en exceso. Los estudios han demostrado que 30-60 minutos al día de actividad física moderada a vigorosa proporcionar una buena protección contra el cáncer de mama.



La relación entre la actividad física y la incidencia de cáncer de mama ha sido ampliamente estudiado, con más de 60 estudios publicados en América del Norte, Europa, Asia y Australia. La mayoría de los estudios indican que las mujeres físicamente activas tienen un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama que las mujeres inactivas, sin embargo, la cantidad de reducción de riesgo alcanzada a través de la actividad física es muy variable (entre 20 y 80 por ciento). Aunque la mayoría de la evidencia sugiere que la actividad física reduce el riesgo de cáncer de mama en las mujeres tanto premenopáusicas y posmenopáusicas, los altos niveles de actividad física moderada y vigorosa durante la adolescencia puede ser especialmente protectora. A pesar de toda una vida de actividad regular y vigoroso se piensa que es de mayor beneficio, las mujeres que aumenten su actividad física después de la menopausia también pueden experimentar una reducción en el riesgo en comparación con las mujeres inactivas. Varios estudios también sugieren que el efecto de la actividad física puede ser diferente en los distintos niveles de IMC, con el mayor beneficio en las mujeres en el rango de peso normal (generalmente un IMC menor de 25 kg/m cuadrado-) en algunos estudios. La evidencia existente muestra una disminución del riesgo de cáncer de mama como la frecuencia y duración del aumento de la actividad física. La mayoría de los estudios sugieren que el 30 a 60 minutos por día de moderada a alta intensidad de la actividad física se asocia con una reducción en el riesgo de cáncer de mama.

Los investigadores han propuesto varios mecanismos biológicos para explicar la relación entre la actividad física y el desarrollo del cáncer de mama. La actividad física puede prevenir el desarrollo de tumores mediante la reducción de los niveles de hormonas, particularmente en mujeres premenopáusicas; reducción de los niveles de insulina y la insulina como factor de crecimiento I (IGF-I), la mejora de la respuesta inmune, y ayudar a mantener su peso, para evitar una elevada masa corporal y exceso de grasa corporal.

Esta respuesta se basa en información souce del Instituto Nacional del Cáncer.





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