Una de las primeras preguntas que muchas familias se preguntan es si las personas con enfermedad de Alzheimer debe dejar de conducir de inmediato. Si la persona está sólo levemente afectada, la respuesta no puede ser simple. Algunos defensores de las personas mayores creen que los privilegios de conducir no se debe quitar hasta que una persona se convierte en un conductor peligroso. El problema es tratar de determinar cuando una persona no es seguro antes de que ocurra un accidente.
Conducir requiere una compleja interacción de los ojos, el cerebro y los músculos, así como la capacidad de resolver problemas rápidamente. Una persona puede parecer que conducir bien hasta que se produce una situación inesperada. Las paradas complicadas, arranques, y zigzags de tráfico de la ciudad puede llevar a alguien con Alzheimer en pánico o congelar con indecisión. Un estudio de la Universidad de California encontraron que las habilidades de conducción de las personas con Alzheimer leve fueron significativamente peores que los de otras personas de edad, incluidos los que tienen otras formas de demencia.
Comportamiento general de la persona en otras situaciones debe alertar a la familia como para cuando la seguridad al volante es cuestionable. Las personas que presentan una falta de juicio, falta de atención a lo que está sucediendo a su alrededor, torpeza y reacciones lentas o inapropiada ciertamente no deben conducir.
Un enfoque diplomático que conserva la persona auto-estima puede funcionar. Algunas personas están de acuerdo para dejar de conducir si otra razón se da, por ejemplo, el coche necesita reparación o la licencia o el registro ha caducado. Otra opción es una prueba de carretera con el especialista en rehabilitación de conducir, que puede ofrecer una evaluación independiente de la seguridad.
Tenga en cuenta que en algunos estados, los médicos tienen la obligación legal de informar sobre los conductores peligrosos y conductores con ciertos problemas médicos en el departamento de estado de los vehículos de motor. Puede que no sea necesario llegar a tales extremos. Las personas con enfermedad de Alzheimer a veces tomar en serio una prescripción escrita de un médico que dice: No conduzca. Si todo lo demás falla, puede que tenga que consultar a un abogado o un funcionario del Departamento de Seguridad Pública en su estado. Los procedimientos varían, pero en general, una licencia de conducir puede ser suspendida sobre la base de la declaración escrita de un médico. Si algo no funciona, usted puede vender el coche.
En nuestra sociedad, nuestro sentido de independencia está muy conectado con la posibilidad de ir y venir como nos plazca. Con velocidad de enfermedad de Alzheimer, el juicio y la reacción puede deteriorarse mucho antes de que las habilidades recta hacia adelante de operar un automóvil se deterioran. Por esta razón, los pacientes con enfermedad de Alzheimer
debe ser persuadido bastante pronto en la enfermedad a sacrificar su propia conducción para ser chofer por su médico o por otra persona. El riesgo de incurrir en un accidente que le puede hacer daño al paciente oa otra persona en la carretera, así como el riesgo de pérdida financiera debido a un accidente, es muy grande.
Cuando el paciente con enfermedad de Alzheimer no pueden ser persuadidos a dejar de conducir voluntariamente, el médico los pacientes deben recomendar a la paciente que no conduzca a la persona nada más. Si es necesario, usted como cuidador puede desactivar el automóvil pacientes, abierta o subrepticiamente, de manera que el paciente de Alzheimer ya no será capaz de conducir.
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