No podemos negar que dar a un niño o un adulto una etiqueta de trastorno por déficit puede mermar la confianza y la motivación, lo que puede crear una depresión clínica. Además de un diagnóstico de depresión después de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), existen dos patrones comunes: 1) TDAH y la depresión están presentes y co-ocurrencia, y 2) la depresión se diagnostica erróneamente como TDAH o ADHD se diagnostica erróneamente como depresión .
Uno de los requisitos de diagnóstico de TDAH y la depresión es que no los síntomas se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. La supervisión de esta sencilla frase se ha traducido en una elevada tasa de diagnóstico de TDAH y la depresión cuando un diagnóstico es el correcto. Por ejemplo, si una persona no puede prestar atención o seguimiento a los proyectos porque están deprimidos, entonces el diagnóstico correcto es la depresión y no hay razón para añadir un diagnóstico de TDAH menos una evaluación extremadamente riguroso ha llevado a cabo para determinar que tanto trastornos están presentes. Una vez le pregunté a un cliente por qué no terminar sus proyectos. Informó que veo lo que he hecho y me digo que apesta, así que me detenga. Este no es el TDAH, se trata de una baja auto-estima.
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